Los principales impuestos que gravan la actividad empresarial son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto al Patrimonio (IP) y el Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE).
El IRAE, grava los ingresos de fuente uruguaya, provenientes de actividades desarrollada, bienes situados y derechos utilizada en UY, independientemente de la residencia de las partes intervinientes.
El importe del IRAE se obtiene aplicando la tasa del 25% a la renta neta fiscal, que se calcula como la diferencia entre renta bruta y gastos deducibles fiscalmente.
El sector agropecuario y exportador cuentan con
varios beneficios e incentivos fiscales.
Existe un régimen de promoción de inversiones, que permite bajar el costo por tributos.
El IP grava el patrimonio (activo menos pasivos deducibles) situado en Uruguay a la tasa del 1,5% sobre el valor del patrimonio fiscal.